Gracias a la investigación del historiador de Lohr am Maine, Dr. Karl Heinz Bartels, sobre el cuento de Blanca nieves y los Siete Enanitos, la pintoresca localidad, a orillas del río Meno, en la Franco nía alemana, puede sentirse orgullosa de haber visto nacer, en 1725, a María, personaje real que inspiró el literario de Blanca nieves. Muchas evidencias y puntos de conexión con las características de Lohr y sus alrededores prueban, desde 1986, esta peculiaridad del famoso cuento de los hermanos Grimm; lo que hace que destaque frente a la mayoría de los relatos infantiles.4
El padre de la niña que, por diversas circunstancias, devino en la ficción Blanca nieves, fue Philipp Christoph von Erthal, entre 1719 y1748, Condestable del territorio de Kurmainz, en Lohr. Por sus dotes diplomáticas, viajaba frecuentemente como enviado en misiones especiales, una especie de ministro de Asuntos Exteriores del Ducado. Por eso, tuvo la oportunidad de relacionarse con emperadores,reyes y reinas de toda Europa. De ahí que, en el imaginario de los habitantes de Lohr, los “von Erthals” tuvieran todas las características de una familia real.
La residencia familiar era el castillo de Lohr. Tras la muerte, en 1741, de la madre de María Sophia, el padre se casó el 15 de mayo de1743, con Claudia Elisabeth María von Venningen, nacida Condesa Imperial de Reichenstein. El hecho de que Philipp Christoph von Erthal no estuviera casi nunca en Lohr explicaría el evidente papel pasivo del rey en el cuento, según han concluido las investigaciones.
La principal prueba de que Blanca nieves sería natural de Lohr es el “Espejo Mágico que hablaba”. El impresionante y rico espejo de 1,60 metros de altura aún se puede admirar en el museo del Spessart, en el castillo de Lohr que perteneció a los padres de Blanca nieves. El espejo procede de la Manufactura de Cristal de Lohr, fundada en 1698, que adquirió fama y prestigio en toda Europa, no sólo por su delicada y refinada artesanía, sino porque las materias primas que utilizaba para la fabricación del vidrio procedían - además de la propia región- también de España. En efecto, el carbonato sódico, conocido como ceniza de soda o sosa, era importado de Alicante, a orillas del Mediterráneo español.
